Consejos de vida para el bienestar.

Journaling Narrativa transformacional

Los consejos de vida para el bienestar que comparto en este artículo tienen un propósito: que priorices sentirte bien. Porque entre el trabajo, la familia y las rutinas de mantenimiento cotidianas… Me olvidé de mí es la banda sonora de tu vida. Cediste sin escándalo, tu tiempo, espacio y paz mental.

A modo de advertencia para no traicionar tu buena fe: nada de lo que leas en este artículo es tan original que nunca antes haya sido escrito. Tampoco puedo asegurar que sean sugerencias válidas para todas las personas, en todas las situaciones.

Sin embargo, son los que personalmente, me ofrecieron más tranquilidad en los últimos cinco años -los escalones finales del cuarto piso- y la certeza de protagonizar mi historia sin renuncias. 

Descuento tu disposición para implementarlos y confío en que el hábito de escribir te acompañe en el proceso. Si es así, siempre es un placer que me lo cuentes. Ahora sí, veamos los 7 consejos de vida para el bienestar y los ejercicios de narrativa transformacional para consolidarlos.

Consejos de vida para el bienestar.

El autoconocimiento es la piedra filosofal del siglo XXI. Sin embargo, también es un gesto relegado a «algún día» por las responsabilidades diarias, de esas que pagan las cuentas, mantienen una casa en funcionamiento y suponen educar miembros jóvenes de la especie -por allí les llaman “hijos”.

Sin detenernos a reflexionar quién soy y qué quiero, aunque sea en medio del ruido, no es posible construir un estilo de vida amable con tus necesidades y deseos. 

¿Qué hacer entonces? Te propongo que dediques quince minutos diarios a estos ejercicios de escritura que, si bien reclaman disciplina para cumplirlos, no interfieren significativamente en la rutina que hayas construido y pueden transformarla. 

Son 15 minutos, vale el esfuerzo intentarlo.

1- Comenzar el día con intención.

Las primeras horas de la mañana marcan el tono de todo el día. Si lo primero que hacemos cuando nos despertamos es revisar el celular y preocuparnos por la lista interminable de tareas pendientes, es fácil sentirnos abrumadas antes de haber tomado el primer café.

Si en cambio, dedicamos unos minutos a establecer una intención para el día, creamos una brújula interna. Tu intención puede ser simple, como “hoy priorizo mi tranquilidad«, o más profunda, como “Voy a ser compasiva conmigo misma y con mi cuerpo”.

En ambos casos, no es una declaración judicial, sino un recordatorio de la manera en la cual te gustaría sentirte y actuar.

15 minutos para comenzar el día con intención

Mi sugerencia es escribir tu intención del día en un diario personal. Escribir regularmente fomenta el reconocimiento y la aceptación de nuestras fortalezas y debilidades. En consecuencia, mejora la calidad de nuestro vínculo con el entorno y con otras personas, porque somos más conscientes de nuestras posibilidades y limitaciones. 

Si no te resulta fácil formular una intención, las siguientes preguntas podrían ofrecerte una guía:

  • ¿Qué necesito hoy para sentirme bien?
  • ¿Cómo quiero tratarme a mí misma y a los demás?
  • ¿Qué pensamiento me gustaría reforzar?
  • ¿Qué acción quiero realizar antes de terminar el día?

Luego de escribirla, tenerla presente a lo largo del día, te devuelve al centro en esos momentos en los que la rutina te arrastra.

2- Practicar la disciplina sin rigidez.

Disciplina no tiene que ser sinónimo de rigidez. Lo que sí es deseable es que cada mañana renueves tu compromiso de ser constante con lo que realmente te interesa y aporta a tu bienestar. 

Te cuento algo. Es apenas un apunte al margen. 

Durante los treinta, me mantuvo despierta un deseo personal. Literalmente: mientras mi hijo era niño, trabajaba durante la madrugada en la creación de textos para mi negocio online. 

En ese momento afirmaba que una emprendedora “no es una mujer con un sueño, es una mujer con sueño”. Y era real, tenía sueño todo el día. 

Hoy, que tengo el tiempo y el espacio para dormir sin interrupciones, me mantienen despierta las hormonas y definir una rutina de sueño es una cuestión de disciplina pura. De decidir que es momento de dejar de teclear, cerrar la computadora y seguir mi ritual nocturno. 

Por supuesto, me permito ser flexible, especialmente los fines de semana. Pero nada es tan urgente o necesario como descansar.

Este enfoque se puede aplicar a cualquier hábito que quieras consolidar. La disciplina con amor es más efectiva. Cuando nos tratamos con amabilidad sin ser condescendientes, logramos mantener conductas a largo plazo, sin caer en la autoexigencia destructiva.

3. Decir no sin culpa.

Repita en voz alta: no. Ahora, mire a su alrededor: ¿se cayó el universo? Probablemente la tierra siguió rotando sobre su eje cuando pronunciaste una negación. 

Decir «no» a lo que no aporta es decirte «sí», y ese es el objetivo de estos consejos de vida para tu bienestar mental. 

La próxima vez que sientas que algo te pesa, comencemos por erradicar la idea de que es prioritario estar disponible 24/7 como un AutoMac. Ni todo el tiempo, ni para todo el mundo. Te prometo que no se acelera el cambio climático y vas a vivir más tranquila. 

Por supuesto, algunas personas van a sentirse ofendidas. Es natural, están perdiendo el beneficio de tu presencia que, por lo visto, habían dado por hecho a modo de tenedor libre. Tendrán que hacer su propio trabajo emocional.

La mayoría, entiende que tu tiempo y atención son valiosos. En consecuencia, van a agradecer cuando los ofrezcas con genuina generosidad. 

15 minutos para negarme a lo que no aporta.

Escribe sobre una situación reciente en la que sentiste la necesidad de decir «no», pero hiciste lo contrario. ¿Qué te impidió poner un límite claro? Reflexiona sobre cómo habrías podido actuar de forma diferente y cómo eso habría afectado tu bienestar.

Ahora, imaginemos lo contrario: una situación en la que dijiste «no» con firmeza. ¿Cómo te sentiste al decirlo? ¿Qué cambió en tu vida después de poner ese límite? Reflexiona sobre cómo esta decisión favoreció tu bienestar y tus prioridades.

4- Consejos de vida para el bienestar: re-enmarcar pensamientos.

La mente nos cuenta historias todo el día: sobre nosotras mismas, sobre los demás, sobre el mundo. Como si fuera poco, tiene una creatividad que pondría a temblar al equipo de guionistas de Netflix. 

Esta creatividad narrativa puede ser altamente enriquecedora. Pero ¿qué pasa cuando ese narrador es crítico y cruel? 

Alimentando pensamientos negativos, estamos moldeando una realidad interna que nos drena y nos limita. El diálogo interno debería ser tu aliado, por eso, te invito a re-enmarcar pensamientos.

Sin negar lo que sentimos. Sin fingir que todo está bien. Aprendiendo a observar las cosas desde una perspectiva más funcional. Porque cuando cambiamos la forma en que pensamos, cambiamos la forma en que sentimos y actuamos.

15 minutos para re-enmarcar pensamientos.

Identifica un pensamiento negativo recurrente, una generalización totalizante como: «Siempre me pasa lo mismo».

Cuestiona esta idea: ¿Es 100% cierto? ¿A mi mejor amiga se lo diría de la misma manera? ¿Qué otra interpretación es posible?

Reformula con otra perspectiva: «Tengo el poder de tomar decisiones diferentes y cambiar mi historia».

Ahora, es momento de escribirlo en tu diario. No basta con pensarlo una vez; esta idea se refuerza contando una historia en la que tomes decisiones que cambien tu presente.

Re-enmarcar pensamientos es como ir al gimnasio mental. Con práctica, tu mente deja de aferrarse a limitaciones y carencias para construir un diálogo interno más compasivo.

escribe y sana

5- Responder sin reaccionar.

¿Cuántas veces en la última semana dijiste algo de lo que te arrepentiste? ¿O respondiste en automático, sin pensar, dejando que el enojo, la frustración o la ansiedad tomaran el control de tu voz? 

Reaccionar es instintivo. Responder es una habilidad.

Responder sin reaccionar implica pausa y elección. Nos da la oportunidad de actuar desde la claridad y no desde la impulsividad. Nadie está pidiendo que reprimas ideas o emociones, se trata de darte diez segundos de respiro para decidir cómo expresarte. 

Estos segundos no solo reducen conflictos innecesarios, también nos ayudan a sentirnos más en control de nuestras emociones.

15 minutos para entrenar la respuesta consciente.

Es momento de hacer memoria de una situación reciente en la que reaccionaste impulsivamente. ¿Fue una discusión? ¿Un mensaje que te molestó? ¿Alguien que te interrumpió y te sacó de quicio?

¿Cómo reaccionaste?

Ahora, imaginemos que es posible una segunda oportunidad para responder y escribe en tu diario: ¿Cómo te hubiera gustado manejarlo? ¿Qué palabras habrías elegido? ¿Cómo habría cambiado la situación si hubieras tomado unos segundos antes de hablar?

Este ejercicio entrena tu capacidad de responder con intención en lugar de reaccionar por inercia. Cuanto más practiques, más natural se vuelve y más paz mental te ofrece.

6- Aprender algo nuevo todos los días.

La mente es un músculo que necesita ejercicio y desafío para mantenerse ágil. 

No se trata de convertirse en gurú de todos los temas, ni de dominar cinco idiomas en un año, sino de alimentar la curiosidad que nos mantiene despiertas y conectadas con el mundo. 

El aprendizaje constante es una oportunidad para crear nuevos temas de conversación y un antídoto contra la rutina y el estrés. 

Cuando nos sumergimos en un tema que nos interesa particularmente -ya sea historia del arte, cocina marroquí o cómo podar un rosal- activamos circuitos neuronales que nos ayudan a salir del bucle de pensamientos repetitivos y expandimos nuestra percepción de lo posible.

Consejos de vida para el bienestar: 15 minutos para fomentar el aprendizaje.

Cuando sientas que el tiempo te persigue y no es suficiente para aprender algo nuevo, te sugiero elegir una micro-curiosidad. Algo que siempre hayas querido saber pero no investigaste porque «no tenías tiempo».

Por 10 minutos vas a sumergirte en el tema. Puede ser con un artículo, un video o un podcast.  Si el tiempo no es un condicionante, podrías preguntarle a alguien que sepa al respecto y escuchar su respuesta con atención.

En los restantes cinco minutos, vas a escribir en tu diario -en una sección de nuevos aprendizajes- una idea clave. Sí, también es posible usar las notas del celular, pero tiene menos magia.

No hace falta tomar apuntes como si fuese una asignatura escolar, basta con una idea que te haya sorprendido o inspirado. 

Después, compártelo con alguien, que compartir ennoblece. Una amiga, tu pareja, un grupo de WhatsApp (con precaución, por favor que no me hago cargo de los resultados en este caso). 

Este ritual breve estimula tu mente y te conecta con el placer de descubrir, un placer robado por el afán de productividad. Ojalá, a partir de este momento, cada día te deje una idea nueva o una chispa de inspiración.

7. Consejos de vida para el bienestar: dale un descanso a tu mente.

La hiperconexión es la pandemia de la economía digital. Notificaciones, correos, mensajes de WhatsApp, redes sociales… bombardeo sin descanso. Aunque nos estimule sentirnos conectadas con la “realidad”, el cerebro también necesita descanso.

No estoy proponiendo que medites durante 60 minutos en posición del loto, porque tengo plena conciencia de lo que significa esa hora en tu vida y lo difícil que es conseguir silencio. 

Sí, propongo darle pequeños respiros a la mente a lo largo del día para abrir un espacio a la creatividad.

15 minutos de respiro para tu mente.

Apaga notificaciones. Silencia las aplicaciones que más te distraen. Aléjate de las pantallas. Deja el teléfono en otra habitación y resiste la tentación de una miradita rápida.

Te propongo registrar en tu diario cómo te estás sintiendo en este momento. ¿Te costó soltar el teléfono? ¿Tu mente se despejó o se siente agitada? Escribir las sensaciones que percibas te ayuda a tomar conciencia de tu cuerpo y nada te enraíza más en el presente que la biología.

Entre los consejos de vida para el bienestar, estos descansos nos permiten dejar de reaccionar constantemente a los estímulos externos, devolviéndonos el control sobre nuestra atención.

Consejos de vida para el bienestar y journaling.

El camino al bienestar mental está sembrado de pequeñas decisiones: cambiar una palabra que nos decimos a nosotras mismas, darnos permiso para descansar, aprender algo nuevo, respirar antes de responder. 

No hay fórmulas mágicas, pero sí hábitos que nos transforman si seguimos estos consejos de vida para el bienestar.

Si este artículo te hizo pensar en formas de cuidar más tu mente y energía, te invito a leer Journaling para el crecimiento personal, en este post vas a encontrar más ejercicios de narrativa transformacional.

Cuando quieras ir más profundo, este es el enlace que necesitas seguir: Inconfesable, un libro de trabajo en el cual traemos a la superficie todo lo que callamos, lo que nos pesa y lo que podemos soltar para vivir con más libertad.