Manifestar escribiendo.

Scripting

Si te dijera que es posible manifestar escribiendo una vida ideal, ¿me creerías? Si supieras que todo aquello que verbalices en tu guión biográfico va a interpretarse con exactitud y detalle en la realidad, ¿qué escenas narrarías?

Si el scripting -escribir el guión de tu realidad ideal- es una técnica tan poderosa y efectiva, ¿por qué no hay más personas escribiendo vivencias maravillosas para su vida?

Escribir es una experiencia que se desarrolla en el tiempo. Requiere una mínima habilidad motriz pero, como contrapunto exige que dispongas tu atención en una sola tarea para encontrar las palabras y el tono que expresan tu visión. No hay forma de acelerar el proceso sin herirlo.

Tampoco tendría sentido, porque la riqueza de la escritura radica precisamente en esta complejidad: buscar el momento, sentarme, detener el ruido en mi cabeza, enfrentarme a la página en blanco y vestir mi visualización de palabras.

En nuestra cultura del instante, escribir es una forma de expresión relegada. Sin embargo, la escritura transforma tus deseos en una entidad desde el primer segundo en el que el lápiz se desliza por el papel.

Escribir es una acción física y transforma en materia aquello que existía únicamente en tu imaginación.

Por supuesto, necesita que le dediques tiempo de calidad. ¿Qué experiencia amable de la vida no exige un mínimo tributo?

Los beneficios de la escritura compensan con creces el esfuerzo: no solo es posible manifestar escribiendo la vida que desees, sino que el gesto de escritura en sí mismo opera sobre el sistema cognoscitivo.

Al escribir lo que imaginamos y aún no existe, creamos nuevas rutas neuronales y en este sentido como en tantos otros, es una acción transformadora.

Manifestar escribiendo tus deseos.

En ocasiones, sentimos la incomodidad de un deseo insatisfecho pero somos incapaces de nombrarlo. Es una sensación molesta, pero si alguien te preguntara qué te pasa, no podrías responder con una demanda específica. En ocasiones, ni siquiera formular un discurso coherente.

Aún cuando todo lo que te rodea parece estar en su sitio, si esta sensación existe, el primer paso es reconocerla y aprender a nombrarla. ¿Sentís el deseo de crear otra realidad para tu vida? ¿Cuál es su forma concreta en las áreas que te importan?

A develar la forma concreta de una aspiración personal no siempre se llega por el camino recto. Por eso, es necesario sentarte con un papel, un lápiz y silenciar toda distracción. Si tus materiales para manifestar una vida ideal escribiendo están a mano, ¡continuamos!

Manifestar escribiendo tu rutina ideal.

¿Te sucedió alguna vez que encontraste más sencillo nombrar lo que no querías que lo que querías realmente?

No hay nada de malo contigo: suele ser más inmediato definir lo que no queremos. La experiencia del dolor físico o emocional deja una impronta profunda y pronto comprendemos aquello que nos provoca sufrimiento.

Aún en esos momentos en los cuales afirmamos tener muy claro lo que queremos, si nos intimaran a describirlo con palabras, no podríamos. Por ese motivo, te propongo un ejercicio previo, de observación.

Ejercitar la observación.

Está en la tapa del libro: si no podemos definirlo, tampoco podemos alcanzarlo. Pero: ¿cómo definirlo si no encuentro las palabras para hacerlo? Para esto, ejercitemos la observación.

Seguramente existen en tu entorno -o en la vastedad de internet- personas que viven tu realidad ideal: ¿quiénes son? ¿Qué tienen en común? ¿Qué te seduce de sus vidas?

Quizás te seduce su apariencia, su estilo de vida y la forma en que se expresan a través de su historia. Si es así, es momento de seleccionar dos o tres personas que representan tu realidad ideal y escribir una lista minuciosa de todo aquello que te invita al deseo.

De lo que observo:

  • ¿Qué quiero manifestar en mi vida?
  • ¿Por qué?
  • ¿Lo aceptaría con todos sus beneficios y consecuencias?

Estas preguntas -especialmente la última- reclaman reflexión. Porque lo que concibas como «una vida ideal» se manifiesta con disfrute, pero también con sus zonas espinosas. En este sentido, responderlas debería ser una actividad sin presiones porque es tu sueño y nadie va a juzgarte. ¿A quién le importa qué forma tienen tus deseos?

Una vez que hayas visualizado, el siguiente paso es hacer que esas imágenes mentales se materialicen en la página. Porque es en la página donde tus palabras tienen el poder de modelar la realidad.

Ejercitar la redacción.

Manifestar escribiendo una rutina ideal es un ejercicio íntimo, su mesura o desmesura te pertenece y solo puede interpretarse en función de la sensación de bienestar que te brinde en el presente.

No existe un formato adecuado para tu deseo de abundancia. Esta definición nunca es estática. No es algo que escribiste hoy y permanece tallado en piedra hasta el fin de los tiempos.

Aceptar lo dinámico de tus deseos es también una forma de hacer las paces con ellos. Si no lograras verbalizarlos, no podrías vivir este dinamismo enriquecedor. Seguirías sintiendo la incómoda sensación de insatisfacción sin saber ni de dónde proviene, ni cómo solucionarla.

Así que si estás en este ejercicio con actitud exploradora, estás en el camino de manifestar una vida ideal escribiendo. Eso sí, no le exijas al universo y a tu propio tiempo psicológico y emocional que se rija por los patrones cronológicos de la civilización occidental.

Sea lo extensa que sea tu visión, va a ayudarte a darle forma al siguiente ejercicio: escribir con detalle un día en tu vida ideal. ¿Cómo vas a hacerlo? Examinando con lujo de detalles las rutinas, las personas, los objetos y los estímulos sensoriales que te rodean.

Escribir con detalle un día en tu realidad ideal.

  • ¿A qué hora vas a despertarte?
  • ¿Con quién?
  • ¿Cuál va a ser tu primera acción luego de abrir los ojos?
  • ¿Cómo se siente despertarte en ese lugar o con esa persona?
  • ¿Hacia dónde vas a dirigirte luego de salir de la cama?
  • ¿A qué huele el espacio?
  • ¿Qué forma tiene?
  • ¿Vas a preparar tu desayuno? ¿Qué desayunarías?
  • ¿Cuáles son las sensaciones en tu cuerpo en este momento?

Esta última es para mí la pregunta más importante. Manifestar escribiendo comienza por el estado de espíritu con el cual despiertes cada mañana. Quien despierta consciente de su cuerpo, su entorno y aquello que le hace feliz ahora, no puede menos que sentirse viviendo una realidad ideal.

Así que, respirando profundo, describe un día en tu vida ideal. ¿Cómo se siente tu cuerpo al abrir los ojos en la mañana? ¿Te cuesta levantarte o estás llena de energía?

Imagina sensorialmente: una luz dorada entrando por la ventana y el aire perfumado con el aroma del café. Despertarte en una cama suave y al poner los pies en el suelo, ¿cómo se siente al tacto? ¿Tienes una rutina que te da calma o es algo más orgánico, que fluye contigo?

La magia de manifestar escribiendo está en los detalles. Cada palabra es un trazo de tu deseo, desde el sabor del desayuno hasta las conversaciones compartidas con las personas a tu alrededor.

Luego de realizar este ejercicio para manifestar escribiendo, es momento de guardar el texto en un lugar accesible, para volver a leerlo cada mañana. O dejarlo madurar en tu imaginación y re-escribirlo las veces que sea necesario.

Dejar madurar el texto.

Dejar madurar el texto implica una etapa de reflexión y ajuste. No se trata de escribirlo y enterrarlo en el fondo de un cajón, sino de darle espacio para que se transforme y adquiera una expresión más precisa, más acorde a lo que quieras manifestar escribiendo.

Cuando escribimos algo por primera vez, no siempre acertamos con lo que queríamos expresar. También sucede que, con el tiempo, las prioridades cambian y se afinan. En este sentido, el texto no tiene que ser «perfecto» desde el principio. Dejarlo madurar es aceptar que tus deseos y tu vida son dinámicos.

Simplemente a modo de ejemplo: puede ser que en algún momento desearas independencia o más tiempo a solas. Sin embargo, en el presente te das cuenta de que lo que más te satisface es compartir momentos con una pareja o con tu familia. La escritura permite que esa evolución se haga consciente.

¿Scripting o definición de objetivos?

Si estás aprendiendo a manifestar a través de la escritura es probable que te preguntes en qué se diferencia el scripting de las resoluciones que establecemos -con más buena voluntad que éxito- cada fin de año.

El scripting es una técnica de escritura: un ejercicio de narrativa en el que describimos una escena deseada como si fuese nuestra realidad. Establecer objetivos para una nueva etapa o ciclo es un proceso estructurado. Las metas específicas que establezcas se sostienen en un plan de acción con pasos medibles y en la medida de lo posible, calendarizados. Es la parte lógica y estratégica del proceso.

Cuando los objetivos parecen lejanos para nuestra mente condicionada por creencias que la limitan, el scripting, instala una nueva narrativa interna en la cual el deseo no es una posibilidad incierta, sino una realidad en construcción.

Este proceso influye en la toma de decisiones, porque no se limita a desarrollar deseos narrativamente, sino que genera un cambio en la manera en que pensamos, sentimos y actuamos sobre la realidad.

En definitiva, el scripting no sustituye la planificación ni el esfuerzo, pero sí funciona como umbral entre la intención y la acción. Escribir con convicción transforma la manera en que nos relacionamos con nuestras metas y, en última instancia, con la vida que deseamos construir.

Manifestar no es solo escribir… es escribir y luego actuar en esa dirección.

escribe y sana

Errores al manifestar escribiendo.

Si, en el mismo momento en que verbalizo el deseo, mi mente responde «esto no es posible» y me siento inadecuada o insuficiente, se genera un conflicto interno.

El proceso de manifestación requiere coherencia entre emociones y pensamientos para generar una transformación. Cuando la mente no cree en lo que se está escribiendo, el scripting se convierte en un ejercicio mecánico sin impacto real en la mentalidad o el comportamiento.

Otro error frecuente es la vaguedad. Escribir «quiero ser feliz» puede ser inspirador, pero carece de la claridad necesaria para que la mente asimile el deseo como algo concreto.

La manifestación funciona mejor cuando se incluyen detalles sensoriales. En lugar de escribir «quiero un mejor trabajo», es más efectivo describir cómo se ve ese nuevo empleo, cómo se siente desempeñarlo y qué elementos específicos lo hacen satisfactorio. Cuanto más vívida sea la visión, más fácil será para la mente alinearse con ella y captar las oportunidades necesarias para hacerla realidad.

Finalmente, el scripting no sustituye la acción orientada. La escritura debería acompañarse de decisiones que respalden la visión deseada. Si escribieras todos los días sobre vivir saludablemente sin ajustar tu nutrición o rutina de ejercicio… difícilmente verías resultados.

¿Aún con ganas de aprender? Podrías seguir leyendo técnica más simple para cambiar de vida o si tu deseo es manifestar escribiendo una relación de pareja: manifestar tu pareja ideal.

La magia de manifestar escribiendo.

Escribir deseos en un papel y esperar que el universo los conceda por arte de magia… roza la ingenuidad. Siéntese a esperar, pero no garantizo resultados.

La manifestación no sucede en el papel. Sucede en el momento en que tus pensamientos, emociones y acciones se ajustan en coherencia con la realidad que deseas crear. Escribir es el primer paso. Cuando escribimos con convicción y luego tomamos medidas concretas, la vida empieza a cambiar.

La próxima vez que sostengas el lápiz, no solo escribas lo que quieres. Escribe como si ya estuviera sucediendo, sintiéndolo real y respondiendo a la siguiente pregunta: ¿Qué haría hoy la versión de mí que logró lo que quería?

La respuesta a esa pregunta encierra la «fórmula mágica» para hacer de la manifestación algo tangible. ¿Lista para seguir adelante? Todos los detalles de mi experiencia sobre scripting y cómo utilizarlo para manifestar tu realidad ideal tienen su propio libro de trabajo.

Escribí este workbook para compartir mi experiencia, lo que aprendí y sigo aprendiendo respecto a manifestar escribiendo y cómo puede cambiar tu vida. Sigue este enlace para recibir más información: descarga el libro de trabajo para manifestar escribiendo.

A sostener el lápiz.

Hagamos luz con las palabras.

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